La Axarquía perderá la mitad de la cosecha de aguacate por la sequía

La Axarquía

perderá la mitad de la cosecha de aguacate por la sequía

Iniciado octubre, los agricultores de subtropicales de la Axarquía esperan, cada vez más impacientes, a la lluvia que no llega, y la poca que sí lo hace, da un “oxígeno” insuficiente a los frutos. El pantano de La Viñuela registró el pasado mes de agosto el 13% de su capacidad. Esta sequía trae consigo graves consecuencias, a todas las fincas en general, según confirmó el presidente en funciones de la Asociación Española de Tropicales, Domingo Medina. Debido a esta complicada situación, los agricultores se han visto obligados a tomar medidas improvisadas, bien para salvar la fruta o el propio árbol.

El fruto más afectado es el aguacate, “más precisado de agua y menos resistente al estrés hídrico”, así que, tras las bajas precipitaciones, las plantas “sufren mucho”. Los “afortunados” de disponer pozos tampoco se encuentran en una posición cómoda. El agua regenerada tiene altas concentraciones de sales que repercuten directamente en el tamaño de los frutos.

En un primer cálculo, la asociación estimaba las pérdidas de producción en un 35%, cifra lejana a la situación real. La última actualización informa que en la campaña de aguacate 2022/2023, que entra en noviembre y se prolonga hasta marzo, se perderá hasta la mitad de la cosecha en la Axarquía, unas 20.000 toneladas.

El mango, cuya campaña empieza un mes antes aproximadamente, resiste “bastante mejor”, pero aun así, sufre efectos negativos, más leves en comparación con el aguacate. “Podíamos tener una cosecha récord, pero nos vamos a quedar en el nivel del año pasado, en torno a 25.000 o 30.000 toneladas”, dice Domingo Medina.

Ante esta situación tan extrema, sin precedentes en los años anteriores, los agricultores más pesimistas, o con menos recursos, “están arrancando la planta entera” para replantar más adelante. Así, otros han podido salvar la planta, pero se han visto obligados a realizar “podas severas”, que, en teoría, provocarán la pérdida de la cosecha en los próximos dos años hasta que el árbol se recupere. Domingo Medina se ha visto obligado a tomar medidas drásticas en sus plantaciones de aguacates en Vélez-Málaga. El presidente en funciones tuvo que arrancar 3 hectáreas de la finca (1.500 árboles). Sacrificando unos pocos para salvar a la mayoría.

Respecto al posible impacto de precio, desde Asaja Málaga señalan que no hay relación directa con la reducción de las cantidades aportadas. Con la entrada de aguacates de Perú, Chile, Marruecos o Israel el mercado equilibra la cantidad; así, los precios no suben.

Se trata de una situación crítica. Los agricultores más optimistas “intentarán salvar” la campaña y apostarán por la siguiente y los que esperan una cantidad insuficiente de agua tomarán medidas drásticas que podría afectar al futuro del fruto subtropical de la Axarquía.

Fuente: axarquiaplus.es